La Fuga del Fentanilo en Chile

El tráfico ilícito de fentanilo en Chile ha comenzado a encender alarmas debido a los robos recurrentes de esta sustancia desde laboratorios, hospitales y clínicas. En septiembre de 2021, un mega robo en el laboratorio Sanderson resultó en la sustracción de 1,6 kilos de fentanilo junto a grandes cantidades de ketamina y morfina, revelando la vulnerabilidad de las medidas de seguridad. Este caso no solo destapó la facilidad con la que el fentanilo se filtra al mercado negro, sino también la posibilidad de que el narcotráfico esté utilizando estos estupefacientes para diversificar su oferta, tal como ha sucedido en países como Estados Unidos.

Desde 2017 hasta 2023, al menos 199 ampollas de fentanilo han sido sustraídas en la Región Metropolitana, no solo desde laboratorios como Sanderson y Biosano, sino también desde hospitales y clínicas. Este tipo de robos, que en algunos casos cuentan con la complicidad de personal interno, demuestra una falta de control adecuada en el manejo de sustancias tan peligrosas y adictivas como el fentanilo, lo cual ha permitido que caigan en manos del narcotráfico. Las consecuencias de estos desvíos pueden ser catastróficas, considerando la letalidad del fentanilo, que es 50 a 100 veces más potente que la heroína y la morfina, y cuya dosis letal es de solo 2 miligramos.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades para reforzar los controles, incluyendo la implementación de libros electrónicos de control de estupefacientes y psicotrópicos, el mercado negro sigue abasteciéndose de esta peligrosa droga, con incautaciones recientes que incluyen no solo fentanilo en su formato hospitalario, sino también mezclas adulteradas con otras sustancias. La aparición de estas drogas en el mercado negro chileno muestra una tendencia preocupante que recuerda la crisis que ha devastado a Estados Unidos, y obliga a las autoridades a estar alerta y a mejorar las medidas de prevención.